Desde Barcelona Packaging Hub compartimos conocimiento técnico especializado para ayudar a la industria a tomar decisiones estratégicas en torno a sus procesos de envasado. En esta ocasión, destacamos la experiencia de nuestro asociado TMI, experto en soluciones de final de línea, quien aporta una guía detallada para configurar una ensacadora óptima para ingredientes agroalimentarios, teniendo en cuenta los múltiples factores que afectan a la eficiencia, higiene y rentabilidad del proceso.
Desarrollar y fabricar premezclas, correctores e ingredientes para la industria agroalimentaria no es una tarea simple: con el objetivo de cubrir las deficiencias vitamínico-minerales de los diferentes tipos de animales y cubrir las demandas de este mercado, se llegan a producir un gran abanico de productos de características y comportamientos variados.
Gestionar tal variedad de productos en una sola planta es algo complejo: no solamente repercute en el proceso de fabricación o de mezcla, sino también en los envases y el proceso de envasado. En este artículo se muestran aquellos puntos que deben tenerse en cuenta a la hora de definir la ensacadora más adecuada para ingredientes destinados a la alimentación animal.
1. Cantidad de productos y lotes
Vitaminas, macrocorrectores, microcorrectores, conservantes, pronutrientes, enzimas, antioxidantes, aromas… El abanico de productos con los que puede llegar a trabajar un fabricante de ingredientes agroalimentarios es muy amplio. Tanto, que a menudo se microniza la producción y resulta en gran cantidad de lotes pequeños. Esto repercute directamente sobre la optimización de la línea de producción, porque cada cambio de lote cuesta tiempo y mano de obra (higiene, cambio de consumibles, …) y penaliza la producción total.
Si una empresa produce muchos lotes, el famoso y temido downtime es una realidad habitual. Por ello, se requiere una ensacadora que permita realizar cambios de lote ágiles y rápidos, sin que haya contaminaciones cruzadas. Esto puede conseguirse con una máquina concebida específicamente para este fin, con acabados de diseño higiénico. Además, es recomendable que la ensacadora aplique el concepto tool-less, es decir, que pueda higienizarse sin necesidad de utilizar herramientas para acceder a todas sus partes.
2. Propiedades del producto
No es lo mismo ensacar alimento animal en pellets que un corrector vitamínico en polvo: la dosificación no es la misma, ni tampoco la complejidad que conlleva.
En una instalación de producción de pellet para alimentación animal, lo convencional es una dosificación por cinta y envasar en sacos de papel con cosido, o algún cierre quizá más completo en algunos casos determinados. No hay grandes complicaciones a nivel técnico.
En cambio, en el caso de productos pulverulentos, como lo son las vitaminas, premezclas, aditivos, colorantes agroalimentarios, ingredientes medicalizados… donde la granulometría del producto suele medirse en µm, la situación cambia por completo. En este caso, la ensacadora debe ser capaz de:
- Asegurar cierta estanqueidad en el proceso de envasado, así como en el envase mismo
- Prever la aspiración del polvo que pueda liberarse durante el proceso de llenado y de manipulación de los sacos, o incluso impedir que se libere polvo
- Incorporar superficies que sean fácilmente higienizables para evitar acumulaciones de polvo que puedan convertirse en focos de contaminación
- Adaptarse a sacos de aluminio o materiales similares, previendo sistemas de extracción de aire del saco o incluso de desfluidificación del producto, para asegurar la estabilidad de los sacos y de los pallets
Todos estos aspectos influyen directamente sobre la configuración de la ensacadora y sobre la tecnología necesaria para asegurar un proceso de ensacado óptimo en cada caso.
3. Higiene / Accesibilidad
Toda instalación dedicada a la producción de alimento debe mantener unas ciertas condiciones de higiene para poder garantizar la calidad del producto, ya sea para consumo humano o para consumo animal (si bien es verdad que en el caso de productos destinados al consumo humano los requerimientos suelen ser más estrictos).
Para ello hay que procurar mantener el ambiente y el entorno libres de polvo, evitar que queden restos en los conductos por donde circula el producto y establecer un protocolo de limpieza que permita eliminar cualquier resto de producto en cada cambio de lote.
Lo cual nos lleva otra vez al downtime: a más tiempo dedicado a la higiene, menor tiempo de disponibilidad de la línea de ensacado y menor rentabilidad. Por esto es imprescindible que la ensacadora sea lo más accesible posible y esté diseñada de manera que los operarios puedan limpiarla rápidamente. Es decir, que responda a los preceptos del diseño higiénico.
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4. Logística
A la hora de definir las soluciones técnicas en el final de línea hay que tener siempre en cuenta las necesidades logísticas. Para ello hay que plantearse una serie de preguntas:
¿Tu producto necesita un saco hermético para mantener sus propiedades por más tiempo? ¿Vas a transportar tu mercancía en contenedores?
¿Vas a exportar tu producto a países con regulaciones exigentes en materia de envasado? ¿Necesitas garantizar que tu producto llega íntegro a su destinación?
Si la respuesta es que sí a la mayoría de estas preguntas, quizás debas plantearte invertir en un buen embalaje y en proteger el pallet con algo más que plástico para asegurarte de que a la larga no surjan costes inesperados.
Es clave escoger un saco que permita mantener las propiedades del producto, y que sea compatible con una ensacadora que permita extraer correctamente el aire del saco. Si el vacío se realiza correctamente, las cargas paletizadas también serán más estables. Y si además se protege el pallet lateralmente con film y cartón, se evitan roturas a lo largo de toda la cadena de manipulación y se reducen las devoluciones.
5. Espacio disponible
Sea como sea el producto y el tipo de saco, hay una pregunta que no se puede obviar antes de configurar la solución de ensacado: ¿De cuánto espacio se dispone para el final de línea?
Tanto si se trata de una planta nueva, como de una planta existente que debe renovarse, es importante considerar el espacio que se puede dedicar al envasado (incluyendo ensacadora, paletizado, enfardado y manipulación y estocaje de los pallets llenos). Y no solamente en metros cuadrados, sino también en altura: una nave con poca altura puede suponer limitaciones para disponer de una sonda de desfluidificación o un paletizador cartesiano.
Por otro lado, y al contrario de lo que muchos podrían pensar, en ocasiones una instalación completamente automática puede resultar más compacta que una instalación semiautomática: hay que tener en cuenta que los sistemas de cerrado de sacos, etiquetado, tumbado de sacos, etc., posteriores al ensacado, también necesitan espacio. Mientras que una ensacadora automática puede contener todos estos procesos en apenas 15 m² (siempre en función del modelo de máquina).
Un caso práctico
Todos estos factores hay que analizarlos uno a uno, para poder definir finalmente la solución técnica adecuada en cada caso. Desde TMI, empresa asociada a Barcelona Packaging Hub, ofrecen asesoramiento especializado para garantizar que la implantación de la ensacadora, ya sea automática o semiautomática, sea todo un éxito.
Un ejemplo claro es el caso de un productor de aditivos y mezclas para la alimentación animal. La granulometría de sus productos oscila entre los 190 y 212 µm, con densidades entre 0,5 y 1,3 gr/cm³. Es decir, productos pulverulentos que potencialmente son una fuente de suciedad en la planta si no se tratan correctamente.
Inicialmente estas mezclas y aditivos se ensacaban manualmente en sacos de aluminio y PE, de donde se extraía parcialmente el aire de forma manual, y una válvula desgasificadora Goglio permitía evacuar el aire remanente. Aunque este sistema era práctico desde el punto de vista higiénico, presentaba varias desventajas: necesidad de mano de obra, uso de sacos especiales, vida útil reducida del producto y dificultad para formar pallets altos.
La necesidad de automatizar el proceso era evidente. TMI realizó un estudio en laboratorio de los diferentes productos, teniendo en cuenta sus densidades y comportamiento. Esto permitió definir la dosificación ideal para cubrir el amplio espectro de productos y el tamaño de saco para cada uno de los rangos identificados.
A partir de ahí se diseñó una línea de ensacado y paletizado compuesta por:
- Ensacadora automática ILERSAC HCBSD para sacos de boca abierta termosellables
- Paletizador híbrido por capas ILERPAL H
- Enfardadora automática ILERGIR
- Módulo de protección lateral con cartón corrugado ILERBOX
Esta instalación es muy compacta, teniendo en cuenta que en una superficie de aproximadamente 75 m² se llevan a cabo todos los procesos: ensacado, extracción de aire, termosellado del saco, control de peso, rechazo de sacos no conformes, paletizado, enfardado, cobertura superior con film y protección lateral del pallet con cartón.
Además, la ensacadora ILERSAC H convencional fue rediseñada para incluir un diseño higiénico, convirtiéndose en la nueva ILERSAC HC, con el objetivo de convertirla en una máquina más accesible, fácil de limpiar y sin emisión de polvo. Entre otras mejoras se incluyen:
- Impedir cualquier emisión de polvo durante el proceso de ensacado, gracias a una nueva boca de ensacado móvil, flexible y estanca
- Aplicar acabados higiénicos en todo el camino que recorre el producto, así como en el diseño de la máquina alrededor de las partes en contacto
- Ampliar la distancia entre estaciones dentro de la ensacadora para hacerla más accesible
- Evitar la formación de acumulaciones de polvo y focos de contaminación, con un cableado higiénico integrado en el chasis
Todo esto permite que el cliente pueda realizar los cambios de lote de manera mucho más ágil, optimizando tiempo y recursos.
Otra optimización lograda fue a nivel logístico: con el nuevo paletizador automático de sacos ILERPAL H ahora puede producir pallets de hasta 2,7 m de altura. Esto representa una clara ventaja logística, ya que permite aprovechar al máximo la capacidad de los contenedores HQ utilizados para exportación marítima. Gracias al módulo ILERBOX, también ha podido automatizar la protección lateral con cartón, lo que garantiza que los sacos lleguen a destino sin roturas.
Desde Barcelona Packaging Hub, reconocemos el valor de soluciones técnicas como esta, que sitúan a la ensacadora en el centro del proceso de optimización para el envasado de ingredientes agroalimentarios.
¿Buscas optimizar tu sistema de ensacado para ingredientes agroalimentarios? Desde Barcelona Packaging Hub te conectamos con las soluciones técnicas más adecuadas para tu caso.